CADA moneda tiene dos caras

Artículo de opinión de Rafa Miró, portavoz del Grupo Municipal del Partido Popular de Alcoy

Vaya por delante mi felicitación a todos los alcoyanos y alcoyanas que a partir del próximo viernes vamos a volver a disfrutar de un Centro de Arte como nos merecemos.

Pero no quiero dejar pasar esta oportunidad sin dar mi opinión sobre uno de los proyectos más relevantes que se han desarrollado en Alcoy durante la última década.

Y lo voy a hacer en positivo, como he empezado el artículo y quiero terminarlo. El proyecto del CADA se remonta al año 2008 cuando una alcoyana enamorada de su ciudad, decide que la Consellería de Cultura que dirige debía impulsar un importante proyecto cultural en Alcoy. Se da la circunstancia de que ese mismo año la CAM trasladó sus oficinas del antiguo Monte Piedad a una nueva ubicación dejando el edificio de Rigoberto Albors prácticamente sin actividad.

Y la otra circunstancia que hizo posible el nacimiento de este proyecto fue el hecho de que otro alcoyano de pro, que tanto ha hecho por la cultura alcoyana, estuviese al mando de la CAM en ese momento como director de zona. Me estoy refiriendo a nuestro querido Juan Vicente Capó.

Pues de la ilusión de estas dos personas surgió este proyecto en el que se invirtieron casi 10 millones de euros en una época en la que la crisis ya había asomado. Muchas reuniones lápiz en mano revisando planos para conseguir una obra que fuese un referente para toda la Comunitat Valenciana.

Se firmó un convenio en el que se estipulaba la distribución de los futuros espacios, el reparto al 50 % de la inversión y también de los gastos de funcionamiento, así como que la CAM fuese la encargada de toda la burocracia relacionada con las obras.

Y nos pusimos a trabajar. En un tiempo récord se redactó el proyecto, se adjudicó la obra y se desarrollaron los trabajos para convertir unas oficinas bancarias en centro de arte.

El 28 de diciembre de 2010 se inauguró con dos exposiciones, una de la CAM y la otra del  Consorcio de Museos, que fue la fórmula que eligió la Consellería para integrar este centro de arte en un Consorcio que hasta entonces sólo tenía sedes en las tres capitales de provincia. Se trataba de aprovechar la infraestructura de este ente especializado en programar exposiciones de arte de los siglos XIX-XX, con una fuerte presencia de artistas valencianos.

Nadie podía sospechar que después de unos meses con exposiciones tan importantes como la de Bodegones del Museo del Prado, la cruz de la moneda nos iba a deparar el rescate de la entidad que había impulsado el 50 % de este proyecto, y que además, la empresa, elegida por la CAM para realizar la obra, iba a presentar preconcurso de acreedores en abril de 2011 para cerrar definitivamente en octubre, sin poder ejercer el periodo de garantía que estas obras conllevan.

De esta forma, y de manera repentina, se tuvo que cerrar temporalmente el centro, quedando muchas exposiciones que ya estaban programadas paralizadas. En resumen, si lo único que hizo el Partido Popular en este asunto fue no aventurar estos acontecimientos totalmente impredecibles, asumimos nuestra culpa.

Acabo como he empezado, en positivo. Felicitando a los alcoyanos, a los actuales gobernantes por haber desbloqueado este asunto después de 7 años de cierre temporal, pero sobre todo a esos dos enamorados de Alcoy, Trini y Juanvi, que consiguieron en un momento económico muy difícil, que un edificio emblemático no cayera en la ruina y que se convirtiera en un centro de arte de referencia.

Y para los malpensados que creen que el Ayuntamiento no participó en el proyecto inicial por las disputas internas de partido, les diré que lo que primó en esa decisión fue que Alcoy tuviera un centro de arte con rango autonómico, y que de paso, los alcoyanos no tuviéramos que pagar los 250.000 euros que le costará al Ayuntamiento a partir de ahora cada año.

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