Sin argumentos

Artículo de Opinión de Quique Ruiz, Candidato del PP a la alcaldía

A tres meses para las elecciones el PSOE de Alcoy ha activado la maquinaria de descalificación hacia quien no se ajusta a su propuesta de pensamiento único. Sorprende la virulencia con la que concejales socialistas se han acogido al insulto pueril y fácil ante la falta de argumentos para rebatir una afirmación incontestable: la ciudad va a malgastar un millón de euros en la construcción de una ruta ciclopeatonal entre Batoy y la Zona Norte.

La idea de prolongar la vía verde por el casco urbano es interesante para todos los que pensamos que la movilidad sostenible es uno de los pilares de la política municipal. No lo es, sin embargo, la falta de planificación y coordinación que ha demostrado el Gobierno de Alcoy. Ahí es donde he centrado la crítica, siempre documentada.

Llama la atención que el portavoz del PSOE y concejal de Obras muestre un grado mayúsculo de ignorancia sobre el anteproyecto del bulevar. No se ha tomado la molestia de cotejar la ruta ciclopeatonal que propone su departamento con el diseño de la futura nueva calle, que incluye su propio carril bici. De haberlo hecho, hubiese advertido que la ruta ciclopeatonal, con un coste de un millón de euros, duplica el carril bici previsto en el futuro bulevar entre la Colonia de Aviación y La Salle.

En unos tramos se desarrolla en paralelo. En otros, contempla obras que habrá que demoler cuando se construya la nueva calle. Es el caso del tramo de Escultor Peresejo o la zona de Las Paúlas. Otro tramo de la ruta transcurre por terrenos particulares. Cuando el propietario decida construir, la ruta deberá ser desmontada y desviada. Es una buena muestra del carácter provisional de un proyecto que a Alcoy le costará un millón de euros.

El Gobierno debería haber trabajado para integrar esta ruta en el futuro bulevar y haber sacado el máximo rendimiento a una gran inversión, financiada en parte por la Unión Europea. A los concejales del PSOE, especialmente al de Obras, habría que recordarles que el hecho de que el dinero proceda de subvenciones (siempre surgidas del dinero de los ciudadanos) no legitima su derroche y mal uso. Esos fondos son recursos que la ciudad no va a aprovechar de forma eficiente.

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