El sonido atronador de los arcabuces, y la intensa lucha entre moros y cristianos, marcaron la mañana del último día...
Muro recibió a los Reyes Magos en una tradicional Cabalgata
La Cabalgata en Muro comenzó a las seis y media de la tarde con el disparo del clásico castillo de fuegos artificiales en las inmediaciones de la ermita de Sant Antoni, una señal que avisó a todos de la inminente llegada a la población de los tres soberanos.
El desfile estuvo organizado por la Filà Moros del Rif, en colaboración con el área de Reyes del Ayuntamiento, y también fue fiel a la tradición al contar el séquito con la presencia de antorcheros, el Angelet de las fiestas de moros y cristianos de 2016, Alba Piña; el Paje Real y los tres Reyes Magos montados sobre dromedarios sin olvidar a los pajes que en algunos puntos de la población repartieron regalos subiendo hasta las casas por escaleras de madera.
Más de 200 personas participaron en este acto que incluyó la Adoración a la Sagrada Familia en la plaza de la Ermita sobre el lavadero y la posterior visita de los Magos a la patrona, la Virgen de los Desamparados. El desfile después siguió por las calles del Centro de Muro hasta concluir en la Plaça del Matzem y hay que destacar que como novedad se organizó por la mañana, en los alrededores de la Ermita de Sant Antoni, el campamento real que pudieron visitar los más pequeños para conocer en primera persona el trabajo que llevan a cabo los Pajes Reales.