30 años de enramada festera
La fisonomía de Alcoy tiene una particularidad especial cuando llegan las fiestas de moros y cristianos que otros municipios que celebran esta fiesta no tienen. Es la enramà, cuyos arcos de hierro fundido, nos hacen retroceder cada abril a aquel Alcoy medieval de 1276 en el que transcurrió la batalla entre las tropas de la cruz y la media luna.
La actual enramada festera cumple en este 2015 sus primeros 30 años de vida desde que fue instalada por primera vez en la Plaza de España. Fue en la primavera del año 1985 cuando los tradicionales arcos se colocaron en este escerario de nuestra fiesta, un primer paso que después tendría continuidad en otras calles por las que discurren los principales actos de la trilogía como la de San Nicolás, San Lorenzo, País Valencià y Santo Tomás. Tampoco se quedarían sin su ornamentación calles pequeñas como Mossén Torregrosa, San Francisco, Sant Jordi o la Calle Mayor.
Que Alcoy tuviera una enramada propia e identificativa para las fiestas de moros y cristianos fue posible gracias a la inversión que hizo la Generalitat Valenciana en aquel momento propiciando que surgiera así una tradición que ya está consolidada «forma parte del escenario urbano de Alcoy cuando llega abril y le da un toque especial al Centro de la Ciudad junto a otros elementos como los banderines o el castillo», destaca el edil de Fiestas, Jordi Martínez.
La enramada de Alcoy tiene la particularidad de haber sido diseñada para la ciudad y por eso sus anclajes encajan perfectamente en las farolas de todo el recorrido festero facilitando su instalación a la brigada de obras. A la espectacularidad de los arcos se unen las bombillas, que le dan luz por la noche, que pronto serán sustituidas por lámparas de bajo consumo según los planes que maneja el Gobierno Municipal.
Queda aproximadamente un mes para que de inicio nuestra trilogía festera pero la enramada ya luce en las calles de Alcoy desde la última semana del mes de febrero. Muchos alcoyanos coinciden en que cada año llega en invierno y se retira cerca del verano, pero lo que no cabe duda es que durante esos tres nuestro paisaje cambia y Alcoy adquiere un color especial que a nadie le resulta indiferente.
Así fue la colocación de la enramada en 1985. Video cortesía de Tecnimagen