Participativa procesión de La Dolorosa en Cocentaina
Cocentaina puso fin al Domingo de Ramos con la tradicional procesión de la Cofradía de la Dolorosa, un acto que promueve la parroquia del Salvador y que este año destacó por una gran participación. Fue pasadas las ocho de la tarde cuando partió la imagen de la Virgen de los Dolores desde el templo parroquial para iniciar un recorrido procesional que transcurrió por el icónico barrio del Raval hasta adentrarse después en las calles cercanas a la ronda sur.
La mencionada procesión incorporó este año algunas novedades y la más significativa fue un desfile previo de la Unión Musical de Planes, encargada de acompañar a La Dolorosa, y que arrancó poco después de las siete y cuarto de la tarde desde la parte alta del Passeig del Comtat encabezado por el guión de la Cofradía. Al llegar la banda a la Placeta del Salvador, se efectuó la salida de la Mare de Déu mientras tañían con fuerza las campanas de la iglesia. Desde allí partió la comitiva precedida por numerosos fieles al mismo tiempo que destacó una gran presencia de penitentes portando la indumentaria que identifica a esta Cofradía contestana, y en la que predominan tanto el color amarillo como el morado. Varios pequeños llevando ciriales, junto a los banderines que representan los dolores de la Virgen, anticiparon la llegada de La Dolorsa guiada en andas bajo palio mientras la Banda de Planes interpretaba diversas marchas procesionales. La nueva Junta de la Cofradía, que presiden Paola Castelló y Joan Palací, cerrando la procesión junto al párroco del Salvador (Don Javier Sanchiz) así como el párroco de Santa María (Don Eduardo Rengel) y el Guardián de los Franciscanos (Fray Fernando Fuertes).
El acto discurrió por la calle La Cruz y la zona próxima al Centre Cultural El Teular para ascender al Convento de los Franciscanos, lugar este último donde las campanas saludaron el paso de la Virgen de los Dolores. Después la procesión cruzó la Avinguda País Valencià para descender por Roig de Corella o Serra de Mariola hasta adentrarse en la Avinguda del Ferrocarril. Seguidamente recorrió Literato Azorín para enfilar el Passeig del Comtat en busca de la parroquia del Salvador, punto en el que culminó la jornada con la entrada de La Dolorosa dentro del templo.