456 años después del milagro eucarístico de Alcoy

Alcoy celebra este fin de semana los actos centrales de la festividad del Jesuset del Miracle, una tradición que rememora el milagro eucarístico acaecido en la ciudad en el año 1568. La singular costumbre está reconocida como el segundo Corpus y la misma presume también de ser uno de los milagros eucarísticos más antiguos de España.

Este año el historiador Jordi Ortiz se encargó de pregonar las Fiestas el pasado 17 de enero y desde ese día se ha estado celebrando el novenario, estructurado en tres triduos, y que han contado con la predicación de sacerdotes alcoyanos o vinculados a la ciudad. El viernes, a partir de las 18:30h, será la eucaristía con el Sermón del Robo que se pronunció hace 456 años y después se representarán los hechos históricos que dan origen a esta fiesta a cargo del Grupo de Teatro Tesalín. Sábado, a la misma hora, será el momento de las solemnes vísperas y la jornada festiva del domingo comenzará a las 09:00h de la mañana con la ‘Misa del Tullidet’ en la misma iglesia del Monasterio del Santo Sepulcro. Posteriormente, a las 11:00h, tendrá lugar el traslado del Santísimo Sacramento desde la parroquia de Santa María al Monasterio del Santo Sepulcro. Allí se oficiará la misa solemne y a mediodía será el turno de la procesión con la imagen del Jesuset, junto a la Custodia, por las calles del Centro.

El milagro del Jesuset

Según la tradición, un extranjero entró en la iglesia la tarde del día 29 de enero de 1568 y aprovechando la soledad del templo, abrió el sagrario y robó un cofre de plata con la Sagrada Eucaristía y otros objetos de valor. Dos días después, el labrador alcoyano Juan Esteve, registrando la casa del sospechoso, encontró en la caballeriza, tapado con tierra, estiércol y leña, el cofre de plata que contenía la Sagrada Eucaristía y el resto del robo.

Junto a la casa del ladrón vivía María Miralles, propietaria de una imagen del niño Jesús cuyo brazo derecho y sus dedos señalaban hacia el cielo, pero “milagrosamente durante los dos días de búsqueda, la imagen se inclinó por la cintura y sus dedos señalaron el lugar del escondite”. Ante este “milagroso hecho”, el entonces arzobispo de Valencia, San Juan de Ribera, quiso levantar una iglesia-monasterio y fundar una orden religiosa femenina de vida contemplativa que mantuviera vivo el amor al Santísimo Sacramento.

Por ello, en 1597, llegaron al convento de Alcoi las Agustinas Descalzas fundadas por San Juan de Ribera y permanecieron en la localidad hasta el año 2013, cuando se trasladaron al Monasterio de la Purísima Concepción y Beata Inés, de Benigànim. A partir de 2018, con la inauguración de la capilla de Adoración Eucarística Perpetua, custodian el lugar del milagro la comunidad de Servidoras del Señor y de la Virgen de Matará.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *