Victoria agridulce para el Alcoyano ante el Pobla de Mafumet
El Club Deportivo Alcoyano se impuso ayer 2-1 en El Collao ante el Pobla de Mafumet. La primea parte parecía vista para sentencia. No obstante, los de Martín Posse aprovecharon la única clara de la que dispusieron. Nacho se inventó una incursión por la derecha y disparó abajo. Jero, titular por las molestias de Marc, repelió bien. El esférico quedó muerto y Emaná embocó a la jaula. Dieron tanto de sí los primeros cuarenta y cinco minutos que hasta en el descuento sucedieron cosas. Yacine, con mucha presencia siempre, se fue solo hacia la portería de La Pobla cuando Vadillo le derribó. El colegiado no lo dudó y le mostró la roja.
Tras el descanso el Alcoyano parecía anestesiado, le costaba engancharse al ritmo de la segunda parte. Jugar contra diez parece sencillo y eso no es sinónimo de avasallar al contrincante. Borja y Yacine pudieron ampliar el marcador. Nauzet se la sacó al abulense y el testarazo del franco marroquí no encontró los tres palos por centímetros. Poco después fue Alfaro quien inventó un latigazo desde la frontal. Aunque los tarraconenses no inquietaron en exceso, sí que aisladamente se acercaban a los dominios de Jero. Con todo, todavía en el descuento, el sufrimiento pudo ser aplacado por Borja de no ser por el poste. El palo escupió el destello de calidad del de Arenas de San Pedro, quien desde la media luna se sacó de la chistera un tiro soberbio.
El técnico del Deportivo, Andrés Palop, valoró de forma positiva el encuentro «es importante los tres puntos. Nos hemos puesto por delante con el 2-0, sabiendo donde podría tener las carencias el equipo contrario. No cierras el partido del todo y con el 2-1 la incertidumbre rodea a este estadio. Si no terminas de cerrar un partido, hay un equipo enfrente que propone buen fútbol y por eso llevaba ocho jornadas sin perder», explicó.
Finalmente hizo un llamamiento a la afición «es cierto que el equipo no está en la posición que todos queremos, pero para ello debemos remar todos juntos. Me gustaría que tuviésemos humildad y si al final del partido no les gusta cómo juega el equipo que me piten a mí, a los jugadores no. Necesitamos de todos. El rival tiene que notar que la afición no deja de apretar y, si superamos esa barrera, el equipo crecerá mucho más”, concluyó.