Las plataformas educativas de las diócesis valencianas alzan la voz por la Religión: ¡Recapaciten!
La entrada en vigor el próximo curso escolar de la LOMLOE se debe concretar en la Comunitat Valenciana a través del Decreto de Ordenación Académica que la Conselleria de Educación tiene la responsabilidad de publicar y en el que se concretan para todas las asignaturas, y también para la de Religión. Así lo ha explicado la Junta de la Mesa de Educación en Libertad, integrada por la Universidad Católica de Valencia, CEU San Pablo Valencia, FCAPA, CECE Valencia, Escuelas Católicas Comunidad Valenciana, secretariados de Enseñanza de las Diócesis de Valencia, Orihuela-Alicante y Segorbe-Castellón.
De esta forma, los delegados de Enseñanza de la archidiócesis de Valencia y las diócesis de Segorbe-Castellón y Orihuela-Alicante han emitido un comunicado este 20 de julio donde expresan que hace meses solictaron mantener una entrevista de trabajo con el secretario autonómico de Educación y Formación Profesional para conocer el desarrollo autonómico de la LOMLOE, sobre la clase de Religión.
Una reunión que tenía como objetivo «para conocer y dialogar así los temas que de la implantación de la nueva ley podrían repercutir en la asignatura. Después de semanas de silencio se nos comunicó que no era momento y ya se nos avisaría», lamentan.
Propuestas para el curso
«Creemos que presupuestos ideológicos personales o de gobernantes no pueden estar por encima al derecho de los padres a la educación integral de sus hijos«, afirman. En definitiva, desde la Junta de la Mesa por una Educación en Libertad piden a las administraciones que «recapaciten estas cuestiones planteadas, así como la valoración que, año tras año, realizan los docentes de Religión y Moral Católica en sus centros, como a tantas familias que libremente piden la educación religiosa para sus hijos».
Así, piden tener en cuenta «la dignidad de esta asignatura y la igualdad con el resto de materias fundamentales sin depender de preferencias ideológicas o políticas«, además de «la valoración del trabajo de los docentes y su formación permanente para estar actualizados y acordes a cada tiempo«, detalla.
Por otro lado, «la igualdad de condiciones académicas para las familias y alumnos que, en su derecho, No como favor, escogen libremente, a pesar de las dificultades Religión y Moral Católica» y la «madurez para superar las preferencias personales o ideológicas para el bien común de todos los alumnos, tanto de los que libremente la escogen como de aquellos que no lo hacen», concluyen.