Alcoy salió a la calle hace veinte años para decir ¡Basta Ya!
Han pasado veinte años del asesinato de Miguel Ángel Blanco en manos de la banda terrorista ETA. Fueron cinco días de continuas movilizaciones y concentraciones espontáneas reclamando por el conjunto de España su libertad y que comenzaron en la misma tarde del jueves 10 de julio de 1997, día en el que ETA secuestró al entonces desconocido concejal del PP en la localidad vizcaína de Ermua. Este hecho desencadenó una multitudinaria movilización social en la que la sociedad española dijo ¡Basta Ya!, con las manos pintadas de blanco, a la barbarie etarra.
Alcoy contra el terrorismo
Alcoy también se sumó en aquel recién estrenado verano a las movilizaciones y expresó su indignación por los hechos que estaban ocurriendo en el país. El viernes 11 de julio se colocó un gran lazo azul en la fachada del Ayuntamiento y las brigadas de la Font Roja pintaron otro similar en la carretera de acceso al Parque Natural. Por su parte miembros de Nuevas Generaciones del PP se encerraron en la sede de los populares para seguir el curso de los acontecimientos y recoger firmas en las que instaban a ETA a dejar en libertad a Miguel Ángel Blanco. También el entonces alcalde de Alcoy, José Sanus, en nombre de la Corporación Municipal; mostró su más absoluto rechazo al terrorismo “el pueblo de Alcoy condena estas acciones violentas y traslada a la familia del secuestrado y al PP su solidaridad, a la vez que pide que acabe esta forma de proceder”, dijo junto a los portavoces de todos los grupos políticos en unas declaraciones que reprodujo el sábado día 12 el desaparecido Periódico Ciudad justo horas antes del cruel asesinato de Miguel Ángel Blanco. Ya el lunes 14 de julio, tras la muerte del joven concejal, miles de alcoyanos salieron a la calle y se concentraron en la Plaza de España en un acto al que como curiosidad asistió el ex ministro socialista Pedro Solbes que en aquellos días participaba en las jornadas de verano del Campus de la Politécnica. En aquel mediodía se guardaron cinco minutos de silencio a las puertas del Ayuntamiento y se leyó un manifiesto de condena al terrorismo «alcoyanos, vamos a ganar la batalla por la paz, la libertad y la vida«, sentenció Sanus ese día al finalizar su intervención la cual, fue recibida con un sonoro aplauso que se prolongó más de diez minutos. Aquella mañana también pararon las empresas, los comercios o los sindicatos durante unos minutos y en muchos puntos de la ciudad se colocaron crespones negros en señal de duelo mientras que en las parroquias se oficiaron varias misas en sufragio de Miguel Ángel Blanco.
Dolor, rabia e indignación también en la comarca
Las muestras de condena al asesinato de Miguel Ángel Blanco se repitieron también en las comarcas de l´Alcoià y el Comtat. En Cocentaina hubo una manifestación espontánea el sábado por la mañana por el Passeig del Comtat y se guardó un minuto de silencio en el inicio de los Cursos de Verano de la Universidad de Alicante que se celebraban en el Palau. De igual forma se ofició una misa en la iglesia de Santa María en memoria del concejal fallecido y hubo una concentración en la plaza del Ayuntamiento en la que el alcalde de aquel momento, el socialista José Marset, leyó un manifiesto. Por su parte Ibi y Banyeres también salieron a la calle con concentraciones que fueron seguidas por numerosos vecinos y en Millena, que celebraba en aquellos primeros días de julio las fiestas patronales, se suspendieron algunos actos lúdicos en señal de duelo. Finalmente Muro también mostró su condena al terrorismo «en nombre de todo el pueblo que presido, expreso nuestra repulsa por los actos cometidos en la persona de Miguel Ángel Blanco Garrido y nos solidarizamos en el dolor de la familia y con todo el pueblo de Ermua y su Ayuntamiento«, afirmó el alcalde en 1997, Fernando Torregrosa.
Cope rinde homenaje a Miguel Ángel Blanco
La Cadena Cope recuerda estos días aquellas 48 horas de julio que marcaron la historia reciente de España con una serie de especiales en los que amigos del concejal asesinado por ETA, quien realizó la autopsia, policías, familiares o ex presidentes del Gobierno recuerdan el dolor que vivieron en 1997.