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Hoy jueves hemos hablado de la puesta en marcha de una nueva campaña del Bono Consumo en Alcoy. También hemos comentado que la Enramada sigue en las calles de la ciudad en pleno verano.

Todo parece indicar que la Enramada pasará parte del verano con nosotros. Porque, como mínimo, hasta mediados de agosto seguirá en la calle.

Anunciaba hace unas semanas Jordi Martínez, concejal de Fiestas, en declaraciones a Cope Alcoy, que se estaba ultimando la licitación para la retirada de la Enramada. Es algo de lo que hasta ahora se había encargado la brigada de obras. Simplemente se contrataba la grúa. Pero ahora se ha de licitar esa contratación.

El concurso ya se ha publicado y las empresas pueden presentarse hasta el 26 de julio. Posteriormente, se adjudicarán las obras a una de las empresas, que tendrá tres semanas para retirarla.

Con estos tiempos, habrá que esperar más o menos hasta mediados de agosto, más incluso. Unos cuatro meses después de que se celebraran las Fiestas de Moros y Cristianos de este 2023. Pero será casi medio año lo que la Enramada ha estado en la calle, porque a finales de febrero ya comenzaba su colocación. Lluvia, viento y ahora hasta temperaturas de 42ºC. Esto es lo que ha soportado la Enramada este año.

El presupuesto para su retirada es de unos 46.000 euros (IVA incluido). De cara a próximos años se pretende también poder licitar tanto el montaje como el desmontaje de la Enramada.

La licitación para retirar la Enramada cuatro meses después de las Fiestas de Moros y Cristianos y la construcción de una pasarela por debajo del puente de Cervantes son algunas de las noticias de este 13 de julio de 2023.

Las obras para la construcción de la pasarela que conectará los dos tramos del río, debajo del puente de Cervantes de Alcoy, se han retomado de nuevo después de que tuviera que revisarse el proyecto inicial debido a necesidades técnicas. Esta situación obligó a redactar un modificado, y a licitarlo de forma independiente, quedando la intervención final incluida en EDUSI Alcoidemà siendo cofinanciada al 50% por la Unión Europea a través del Programa Operativo Plurirregional de España 2014-2020. La inversión, según fuentes municipales, asciende a 336.674,65 euros.

La pasarela, que fue propuesta en los Presupuestos Participativos de 2016 y que todavía está pendiente debido a los inconvenientes que ha padecido al proyecto, contribuirá a establecer una conexión peatonal entre la zona deportiva de Santa Ana y el ámbito entre los puentes de María Cristina y de Cadiseño. Para ello se ha planificado una estructura que encaje con la zona, respete los bienes patrimoniales de la misma y sea resistente a posibles riesgos naturales «es un proyecto complejo por las condiciones de los terrenos donde se desarrollará y esto obligó a modificar el proyecto y recalcular los gastos. Creemos que, una vez finalizada, aportará una mejora importante, generando un corredor natural entre la ciudad y los parajes naturales que nos rodean«, explica la concejala de Participación Ciudadana del Ayuntamiento de Alcoy; Aroa Mira. Apuntar también que para garantizar el acceso peatonal a la pasarela se proyecta la ejecución de un vial, que arrancará en el actual camino de la Fábrica de Plà y finalizará en el estribo de la pasarela que ha empezado ya a construirse.

Los trabajos para hacer posible la pasarela debajo de Cervantes han sido adjudicados a la empresa IMPESAPI SA. El plazo de ejecución es de unos cuatro meses y el proyecto estará finalizado el próximo mes de octubre según los plazos que ha detallado la constructora al Ayuntamiento.

Hoy miércoles hemos seguido hablando del calor y de las altas temperaturas que fueron protagonistas durante la noche. También nos hemos centrado en el treinta aniversario de la quiebra de la Caixa d’Alcoi.

Familias que vieron esfumados sus ahorros, padres que perdieron el dinero que guardaban para que sus hijos estudiaran, gente a la que le embargaron sueldos y haberes… Este mes de julio se cumplen 30 años de la quiebra de la Caja de Crédito de Alcoy, más conocida como La Caixeta. Un suceso que afectó a cerca de 3.000 personas de la ciudad y de las localidades de la comarca.

Desde aquel momento el colectivo de afectados ha estado luchando para poder recuperar el dinero. Y en estos 30 años han conseguido cobrar cerca del 80% de lo que se perdió en esta quiebra fraudulenta, tal y como determinó la justicia. «No hemos parado aún. Seguimos vivos y estamos recogiendo dinero. En breve le pediremos al juez en breve hacer una asamblea y el reparto de un 6 o 7% del dinero recuperado más», ha explicado Enrique Rodes, presidente del colectivo de afectados por la quiebra, en declaraciones a Cope Alcoy.

Explica Rodes que no es común que las víctimas recuperen un porcentaje tan elevado en casos de suspensión de pagos. Hubo gente que no reclamó en su momento, pero desde la asociación -explica Rodes- tratarán de incluirlos en este último reparto. «Estamos haciéndolo lo más transparente posible«.

La quiebra fraudulenta

Apenas dos años después –en 1989– de que se constituyera la Caja de Crédito de Alcoy, el Banco de España abrió un expediente sancionador al director de la entidad, Jesús Llopis, que lo inhabilitaba de su cargo durante cinco años. Sin embargo, tras presentar recursos se mantuvo en su puesto.

Fue el 23 de julio de 1993,  tras seis años de actividad, cuando el Consejo Rector solicitó la suspensión de pagos por ser el activo de la entidad inferior al pasivo en más de 745.000 euros. En 1995 se declaró la quiebra que, tres años después, fue calificada por la justicia de fraudulenta.

La bancarrota fue atribuida, por el fiscal, a la actuación del director general, la subdirectora, los dos miembros del consejo rector y el director de la oficina. Los afectados perdieron, en total, cerca de 3,7 millones de euros. «Prácticamente la totalidad eran familias trabajadoras, de todas las comarcas. Ofrecían más ventajas que otras entidades bancarias y la gente aceptaba. Fue un drama social», cuenta Rodes.

Y es que entre 1991 y 1993, concretamente, se autorizaron al hijo del director general créditos por los que adeudaba a la caja más de 138.000 euros. También se aprobaron préstamos a otros particulares -familiares de los acusados, entre ellos- y a una empresa. Estos tampoco se amortizaron y provocaron varias deudas de entre 9.015 y 200.137 euros. Finalmente, fueron condenados el director y la subdirectora.

Recuerda Rodes que, tras la quiebra, los afectados contactaron con un abogado. «Tuvimos mucha suerte con Don Moisés Vicens, alcoyano que ejercía en Alcoy. Nos dijo que no cobraría nada hasta que nosotros recuperáramos dinero».