El futuro de la agricultura de proximidad se complica ante la falta de relevo generacional
Cada 15 de mayo se celebra la festividad de San Isidro Labrador, patrón de la gente del campo, y en una jornada como la de hoy ponemos foco en la agricultura tradicional; una práctica que cada vez pierde más fuerza en nuestras comarcas. El auge de variedades comerciales -controladas por las grandes corporaciones y la industria agroalimentaria- e incluso la falta de ayudas en materia económica; hacen que cada vez menos gente opte por dedicarse a este sector.
«Esto no viene de ahora. Viene de hace ya dos generaciones. Se dejaban la agricultrua para irse a la industria. Hay poco relevo generacional«, ha lamentado, Javi Ferri, representante de la Asociación Llavors d’Ací, en declaraciones a COPE ALCOY.
Y esto ha provocado que en las últimas generaciones se pierdan especies de semillas tradicionales y características del territorio valenciano. «En los últimos años hemos perdido muchas especies. El problema está en que hay algunas que aún no sabemos que se han perdido», asegura Ferri. Algo que afecta también al futuro de la producción. «Son la base genética. Todas las mejoras, como el cultivo transgénico, vienen de esa base. Si perdemos la base genética, perderíamos también la capacidad de mejora«.
Sin embargo, para revertir esta situación, es fundamental reactivar un sector como la agricultura que tanta importancia ha tenido siempre en l’Alcoià y el Comtat de la mano de cultivos como la aceituna, la almendra, la viña o la cereza. Y, para ello, se necesita de apoyo por parte de la Administración Pública. «En la agricultura cuesta empezar. Hay que poner facilidades. Abogamos por el contacto de la gente joven con la agricultura y la naturaleza. Si desde pequeños los conciencias, ellos después saben apreciar una comida orgánica y pueden hacer un consumo más responsable», concluye Ferri.
Los agricultores llegan a este Día de San Isidro en un año complicado para el sector debido a la situación que atraviesan motivada por asuntos como las exigencias que llegan de Europa. También denuncian que siguen sin atenderse demandas importantes como retribuciones económicas justas para los productores de fruta y verdura, mayor control de los productos que vienen de otros países o rebajas de impuestos. Un 2024 difícil al que se le suma la falta de lluvias, situación que ha condicionado la producción de frutas y verduras hasta el momento en una situación que puede agravarse en los próximos meses sino aparecen las esperadas precipitaciones.