Fe y tradición en el Santo Entierro de Cocentaina
La Procesión del Santo Entierro culminó las celebraciones del Viernes Santo en Cocentaina con las últimas luces del día. Numerosos fieles y cofrades arroparon a todos los pasos de la Semana Santa Contestana, que mantienen su estructura gremial, en un desfile procesional que partió a las ocho y media de la tarde desde la parroquia de Santa María.
La Cruz de San Cristóbal abrió un año más la comitiva y dio paso al Gremio de los Conductores, los cuales portaron la imagen del citado San Cristóbal, cumpliendo así con una tradición única que tan solo se lleva a cabo en la Villa Condal. A continuación procesionaron los pasos de Jesús del Huerto, que aglutina a los constructores, el Cristo de la Columna fuertemente vinculado a los papeleros y el Ecce Homo que siempre ha representado al sector del textil. Tras ellos recorrieron las calles de La Vila las imágenes del Nazareno, que reúne a los comerciantes, la Dolorosa, vinculada desde siempre al calzado, y el Crist dels Llauradors cuya talla es una de las más antiguas de la Semana Santa Contestana ya que data del año 1.596. Finalmente el Cristo Yacente, acompañado por la Archicofradía del Santísimo Sacramento, cerró la procesión.
En el Santo Entierro de Cocentaina también tomaron parte ‘Les Capelletes’, pequeñas corales formadas por niños y adultos, que acompañan a los pasos del Nazareno y la Dolorosa cantando los clásicos ‘Motetes’ compuestos por Gustavo Pascual Falcó. También el Coro del Colegio San Francisco de Asís acompañó al Jesús del Huerto durante todo el trayecto de la procesión. Finalmente el ‘Crist dels Llauradors’ estrenó la adaptación de las saetas del silencio que acompañó al paso a lo largo de todo el recorrido.
La solemne procesión finalizó a las puertas de la parroquia de Santa María con una oración ante todos los pasos participantes al mismo tiempo que se dio a besar el Lignum Crucis.