Los moros toman Cocentaina y ordenan incendiar la Villa
Cocentaina despide hoy sus Fiestas de Moros y Cristianos en honor a San Hipólito Mártir recreando la histórica batalla entre las tropas de la cruz y de la media luna que dio origen a estos festejos. La jornada ha comenzado a trenc d’alba con las guerrillas así como las primeras escaramuzas de los arcabuces a las faldas de la Serra de Mariola hasta llegar al casco antiguo.
Pasadas las once de la mañana ha llegado el Estafeta Moro a la Plaza del Pla para pedir por carta la rendición de las tropas de la cruz y la entrega de la Villa a manos árabes. Los cristianos no han aceptado la misiva y el jinete ha emprendido una veloz carrera para dar cuenta de ello al Embajador Moro. Este último, papel encarnado por Luís Reche, ha llegado ante el Palau Comtal dispuesto a entablar un diálogo que convenciera a los de Roger de Llúria de que había llegado el momento de entregar la población. La conversación también ha fracasado y en ese instante los moros han ordenado incendiar las murallas contestanas «Alà ho vol, per tossud, infidel i insolent huí veurás cremar la Vila de Cocentaina. Soldats, per Mahoma, incendieu el Castell”, reza en el texto de las Embajadas que se ha declamado y que escribió en 2006 Iván Carbonell Iglesias. De esta forma se ha simulado el incendio del municipio por parte de las tropas sarracenas, un hecho ocurrido en el año 1304 y por el que los contestanos son conocidos con el sobrenombre de “Socarrats”.
La calurosa mañana del 15 de agosto, festividad de Nuestra Señora de La Asunción, ha avanzado con la batalla de arcabucería entre las tropas de la cruz y de la media luna; un simulacro de combate que ha llenado de sonido y pólvora las calles de la localidad. Este ha dado paso a la lucha armada entre los Embajadores y los cargos festeros, a los pies del castillo, y la guerra ha terminado con la victoria de los moros; un hecho histórico que se ha inmortalizado izándose la bandera de la media luna en la torre más alta de la fortaleza.