Sin mítines y propaganda, así se vive la campaña electoral en pequeñas localidades como Tollos
Quedan apenas unos días para que termine la campaña electoral, antes de esa cita con las urnas del próximo domingo 28 de mayo. Dos semanas de mítines políticos, propaganda y carteles empapelando las calles de las ciudades.
Sin embargo, hay poblaciones que parecen vivir otra realidad. Pequeñas localidades como Tollos -de 30 habitantes- en las que la vida continúa como si las Elecciones no estuvieran a la vuelta de la esquina. Ni carteles, ni actos políticos. «Aquí es muy tranquilo. La vida continúa igual, excepto ese día, en el que hay algo más de trajín y movimiento. Es todo muy familiar», ha contado Félix Frau, alcalde y candidato del Partido Popular (PP) en el municipio.
Y no es porque no tengan la opción. El partido les ofrece la posibilidad, pero ellos optan por rechazarla. Muchas veces, además, las formaciones que gobiernan ni siquiera tienen una oposición real. En el caso de Tollos, la alternativa a Frau la forman candidatos ‘paracaidistas’. Personas que el partido coloca, pero sin ninguna vinculación con el pueblo. «Son personas que no conocemos. Lo lógico es que sea una persona que la gente conozca y que esté comprometida con el pueblo», opina Frau.
Pero es que estos candidatos tampoco celebran actos para darse a conocer. Al menos, en Tollos. «Aquí no, pero en pueblos cercanos sí que ha habido gente repartiendo ‘merchandising’ del partido». Y una vez pasan las Elecciones, a no ser que entren como concejales, esas personas desaparecen.
El día de las Elecciones
Tranquilidad y familiaridad. Así define Frau el proceso electoral. Y también el propio día de las votaciones que, debido a la escasa población, finaliza pronto. Suelen ser los primeros en presentar los resultados en el juzgado. «Ha habido algunos años en los que se hacían apuestas para ver cuál era el primer pueblo en llevar el resultado electoral», concluye el candidato popular.