La Navidad está a la vuelta de la esquina y una de las señales que advierte la llegada de las...
Las fuerzas moras toman Cocentaina en la mañana del último día de Fiestas
En la jornada de este lunes 14 de agosto, víspera de la festividad de Nuestra Señora de La Asunción, llegan a su fin las Fiestas de Moros y Cristianos de Cocentaina en honor a San Hipólito Mártir con la celebración del Día del Alardo. En este último se recrean las batallas entre las tropas de la cruz y las fuerzas de la media luna, que dan origen a las celebraciones, y la mañana ha comenzado al despuntar el día con las guerrillas a las faldas de la Serra de Mariola.
A las once de la mañana se ha efectuado la Estafeta, en la que los moros han pedido la rendición de la Villa a los cristianos, pero en ser rechazada la propuesta ha emprendido una veloz carrera para advertir a los suyos de la negativa. Trompetas y percusión han anunciado la llegada de los sarracenos al Pla donde el Embajador, papel encarnado este año por Joan Aura, ha entablado un intenso diálogo con su homólogo cristiano. Los árabes no han podido convencer a los herederos de Roger de Llúria y la Embajada ha concluido con la orden de prender fuego a las murallas contestanas para recordar así el incendio de 1304 que arransó la entonces Villa “Alà ho vol, per tossud, infidel i insolent huí veurás cremar la Vila de Cocentaina. Soldats, per Mahoma, incendieu el Castell”, reza en el texto de las citadas Embajadas que se ha recitado y que escribió en 2006 Iván Carbonell Iglesias. Con este instante simbólico se han recordado también unos hechos históricos que propiciaron que los vecinos de la capital del Comtat sean conocidos todavía hoy como “Socarrats”.
La calurosa mañana ha seguido con la batalla de arcabucería, para la que finalmente se van a emplear más de 300 kilos de pólvora durante toda la jornada, y tras esta ha llegado el momento de la lucha armada cuerpo a cuerpo entre los cargos. Finalmente los moros han vencido en lo alto del castillo izando la enseña de la media luna en la torre más elevada de la fortaleza.