Ya se puede circular por la pasarela de Cervantes de Alcoy
Tras un reguero de contratiempos, la pasarela de Cervantes de Alcoy ya está abierta y disponible para el uso de la ciudadanía. Se trata de una estructura metálica, que conecta los dos tramos peatonales situados a ambos lados del puente de María Cristina, y que dispone de una anchura útil de 2,5 metros, una pendiente inferior al 6% y una longitud de 45 metros quedando situada a 14 metros sobre el lecho del río Riquer.
La infraestructura fue propuesta en los Presupuestos Participativos de 2016 y hacerla realidad no ha sido un proceso nada fácil. Cabe recordar que las condiciones de los terrenos sobre los cuales está asentada han obligado a modificar el proyecto e incluso a paralizar las obras para atender los imprevistos técnicos. También se tuvo que licitar de manera independiente, con el consiguiente incremento del presupuesto, que finalmente es de 336.674,65 euros (IVA incluido). La pasarela fue incluida en la Estrategia de Desarrollo Urbà Sostenible Integrado (EDUSI-Alcoidemà) y esto le ha permitido contar con cofinanciación de la Unión Europea, a través del Programa Operativo pluri regional de España 2014-2020. Superados todos los obstáculos se ha podido crear una pasarela que no altera la dinámica fluvial del río y que cuenta con una protección adecuada ante los riesgos naturales previsibles. De igual forma se ha conseguido el máximo respecto a los bienes patrimoniales de especial protección por su valor cultural, así como a las afecciones funcionales y jurídicas existentes en el emplazamiento «es un proyecto complejo, pero que aportará una mejora importante. Con la apertura de esta pasarela, no solo materializamos una propuesta ciudadana, surgida de un proceso participativo, sino que contribuimos a proteger, mejorar y poner en valor la infraestructura verde de Alcoy, comunicando la ciudad con su entorno natural«, afirma al respecto la edil de Transición Ecológica del Ayuntamiento; Tere Sanjuán.
El último escollo se ha superado en las últimas semanas después de que la pasarela no pudiera abrirse el pasado 15 de junio, tal y como se había previsto. Y es que las intensas lluvias de días anteriores provocaron derrumbes de tierra y la aparición de toallitas, bolsas y diferentes elementos que arrastró el agua hasta el río. Por este motivo se decidió aplazar la apertura para limpiar y adecuar el espacio, a pesar de que no presentaba ningún problema de seguridad.