Nosotros no somos ilegales
Después de un día de reivindicaciones, y una jornada de muchas declaraciones por parte de los políticos, creemos necesario hacer algunas aclaraciones de cara al pueblo de Alcoy, para que queden claras nuestras propuestas y reivindicaciones.
El estado actual del Centro Histórico de nuestra ciudad es de absoluta dejadez, debido a un olvido constante por parte de las autoridades locales. Desde viviendas deshabitadas a locales cerrados que, con la normativa actual, no tienen otra salida económica que el alquiler a grupos para su ocio personal que acaban siendo, en muchos casos, nidos de basura y “ghettos” privados que alejan al turismo y el consumo.
En contestación a un Concejal del Ayuntamiento, que ha realizado unas declaraciones respecto a la existencia del 90% de locales ilegales en el Centro de Alicante o en el barrio del Carmen de Valencia, entendemos que son declaraciones perniciosas y capciosas y por tanto le solicitamos que nos enseñe los documentos oficiales de donde ha extraído esta información.
Nosotros no queremos abrir locales ilegales, todo lo contrario. Lo que queremos es que dejen de salir locales ilegales como setas, durante los días de fiestas, que no sirvan para nada, sino para ser un nido de suciedad. Lo que queremos es una adecuación de la legislación a la realidad social, económica y estructural del Centro, tal y como declara la Ley, para que los locales que a día de hoy están cerrados, puedan tener una salida económica y dinamizadora en el Centro de Alcoy.
Ante declaraciones de diversos miembros del Gobierno actual, queremos declarar que: Nosotros no hemos hablado de “peatonalización” en ningún momento, lo que pedimos al Gobierno Municipal es un estudio y un proyecto urbanístico, que garantice la convivencia entre vecinos, comerciantes, hosteleros, visitantes y conductores. Esto llevará a un cierre de unas calles, la apertura de otras, el cambio de sentido del tráfico en algunas calles, o la reducción de la velocidad máxima en otras… porque no tiene sentido hablar de subvenciones para la limpieza de fachadas, que en dos años vuelven a estar como estaban, debido a un tránsito rodado que el Centro Histórico de nuestra ciudad no puede absorber ni soportar.
Por otro lado, ¿alguien puede pensar que nosotros mismos no somos los primeros que necesitamos que nuestros proveedores lleguen a la puerta de nuestros establecimientos? ¡Hay quien incluso declara que no pasará el autobús, o la ambulancia! Por favor, dejen de asustar a los vecinos y crear incertezas en la opinión pública, no se trata de cerrar el centro con barricadas, se trata de trabajar en una propuesta que haga sostenible un equilibrio social, económico, cultural y ambiental, aplicando la Ley.
En 1985 el Estado español establece que, sean las administraciones locales las encargadas de determinar los requisitos técnicos para que, adecuándose a la realidad de las construcciones de los centros históricos, prevalezca en todo momento, la actividad social y económica de los Centros Históricos.
Mediante la LEY 16/1985, de 25 de junio, del Patrimonio Histórico Español (BOE de 29 de junio de 1985) se afirma que; “La protección y el enriquecimiento de los bienes que lo integran constituyen obligaciones fundamentales que vinculan a todos los poderes públicos, según el mandato que a los mismos dirige el artículo 46 de la norma constitucional”. De esta manera se establece concretamente los Organismos competentes para su ejecución en el artículo 6, siendo estos las Comunidades Autónomas y el propio Gobierno. No obstante, en el artículo 7, se especifica que: “Los Ayuntamientos cooperarán con los Organismos competentes para la ejecución de esta Ley en la conservación y custodia del Patrimonio Histórico Español comprendido en su término municipal, adoptando las medidas oportunas para evitar su deterioro, pérdida o destrucción. Notificarán a la Administración competente cualquier amenaza, daño o perturbación de su función social que tales bienes sufran, así como las dificultades y necesidades que tengan para el cuidado de estos bienes. Ejercerán asimismo las demás funciones que tengan expresamente atribuidas en virtud de esta Ley”.
Dentro de los elementos que conforman nuestro Patrimonio, hablamos de los Bienes Inmuebles que, en esta Ley se especifican de forma clara como: “Conjunto Histórico es la agrupación de bienes inmuebles que forman una unidad de asentamiento, continua o dispersa, condicionada por una estructura física representativa de la evolución de una comunidad humana por ser testimonio de su cultura o constituir un valor de uso y disfrute para la colectividad. Asimismo es Conjunto Histórico cualquier núcleo individualizado de inmuebles comprendidos en una unidad superior de población que reúna esas mismas características y pueda ser claramente delimitado”.
De esta manera entendemos que, el Centro Histórico de Alcoy es un Conjunto Histórico al que ningún Gobierno Municipal le ha dado la importancia social y económica que la Constitución le otorga por ley. Consideramos insuficiente la propuesta actual para la dinamización del Centro y recordamos al Gobierno Municipal que según el artículo 4 de la citada ley “A los efectos de la presente Ley se entiende por expoliación toda acción u omisión que ponga en peligro de pérdida o destrucción todos o alguno de los valores de los bienes que integran el Patrimonio Histórico Español o perturbe el cumplimiento de su función social”.
A partir de esta ley, las diferentes administraciones de las Comunidades del Estado, han aprobado normativas de edificación para que los Centros Históricos continúen siendo un núcleo social y económico que refleje la identidad de los pueblos, y la conservación de ellos, es absoluta responsabilidad de los respectivos Gobiernos Municipales. En el caso de la Comunidad Valenciana, la normativa más restrictiva es conocida como CTE, aunque hay muchos otros modelos.
Con todo lo anteriormente expuesto, pedimos que el Gobierno actual trabaje según la legislación vigente, haciendo una norma técnica específica para locales comerciales y de hostelería del Centro de Alcoy, teniendo en cuenta su naturaleza económica, social i arquitectónica, así como un plan urbanístico que nos ayude a crear una zona agradable de convivencia entre los vecinos, los comerciantes y los visitantes.