¿Tanto cuesta hacer las cosas bien? A vueltas con las dedicaciones exclusivas

Artículo de opinión de Amalia Payá, concejal del Partido Popular en Alcoy

Llevamos unos días con el politiqueo revolucionado, leemos y escuchamos en los medios todo tipo de comentarios sobre las famosas dedicaciones exclusivas, o lo que es lo mismo, los sueldos de los funcionarios. Sin duda es un tema “delicado” por lo espinoso y molesto que resulta hablar de ello. Porque a pesar de que los “nuevos aires” de la política parecían soplar con trasparencia, faltan desde el principio luz y taquígrafos ante el sueldo de los políticos.

Las reglas del juego marcan que la adjudicación de la dedicaciones exclusivas en un ayuntamiento, son decisión expresa de su alcalde, proporcionándole así un arma letal para mermar a su oposición, porque cuantos menos recursos des a tus adversarios y más des a tus posibles socios más “libertad” tendrás a la hora de gobernar.

Bueno pues dicho y hecho. El alcalde de Alcoy ha aprovechado esta arma, con precisión suiza. Lo primero que ha hecho es asignarse el 100% de las dedicaciones a su grupo. ¡Toma ya!, 9 de 9 porque según dice necesita a todos al 200%. Y no solo eso, además pretende nombrar 5 Tenientes de alcalde (la ciudad de Valencia solo tendrá dos), un portavoz, dos concejales con delegación y un Alcalde, que tendrán un sueldo medio de unos 47.500 € (Alcalde 56.444,67 €) en total el gobierno costará anualmente a las arcas municipales un montante de 426.690,87 €, ¡no está mal!, algo más de 71 millones de las antiguas pesetas.

Muy poco “estético” es este gesto, porque en un reparto proporcional por votos y con el mismo criterio que se pretende aplicar al resto de grupos, le podrían corresponder unos 6 concejales liberados, si bien es verdad que de este modo se asegura el gobierno en solitario. Aun así llama poderosamente la atención que en el resto del reparto libere al 55% de los concejales de Guanyem (2 dedicaciones al 100 % y una al 75%), al 50% de Ciudadanos ( 2 dedicaciones), al 50% de Compromis (1 al 100% y otra al 50%), cuando llega la parte del Partido Popular tan solo ofrece liberar al 44% de sus concejales (1 al 100 % y otra al 75%). Está claro a quién quiere beneficiar y a quien quiere perjudicar en su función fiscalizadora y controladora. Con la premisa de olvidarse que dirigir un Ayuntamiento, no es gobernar exclusivamente para los que te votaron, sino hacerlo para todos y cada uno de los alcoyanos, defendiendo la posibilidad de que nadie se quede sin ser representado.

Una vez ubicados en este contexto, resulta más sencillo interpretar, la situación y también la justa reivindicación en el caso del edil del PP Eduardo Tormo. Ya es sabido que su puesto de funcionario municipal, es incompatible con el desempeño de su cargo de concejal, y por tanto, al renunciar a su actual ocupación también renuncia a su sueldo como funcionario y por tanto al sustento familiar. Dependería por tanto exclusivamente del sueldo de concejal sin delegación al 100 %, que es el que le correspondería y que es aproximadamente un 15% más bajo que el actual de funcionario, algo que asume con todas sus consecuencias en uso de su responsabilidad como persona elegida por los ciudadanos de Alcoy. Es aquí donde es fundamental recordar que a ninguno de los anteriores funcionarios que fueron elegidos concejales en el Ayuntamiento de Alcoy se les negó la dedicación exclusiva, por tanto no conceder la dedicación al 100 % sienta un precedente cuanto menos peligroso, pues niega el acceso a la política a los funcionarios municipales.

Ante esta situación nuestro flamante alcalde, plantea, propone como se hace muchas veces en política, una solución intermedia, aunque sepa que eso no arregla las cosas, pero le ayuda a limpiar su conciencia y su imagen de cara a la galería. Propone darle a Eduardo Tormo un 75 % de dedicación. Si, el Alcalde hace un brindis al sol y aboca a un representante de los ciudadanos a renunciar al 40% de sus ingresos actuales… o a abandonar su derecho de representar a aquellos que le votaron poniéndole al pie de los caballos y obligado a dimitir. Esta es la regeneración política de la que algunos hablan pero que como vemos nuestra máxima autoridad se resiste a que sea una realidad.

Parece ser además que hay quien valora tanto desde algunos círculos, como desde algún medio y da opciones como si de una cuestión de trueques se tratara, en cuanto que Edu Tormo debería ser el portavoz municipal de su grupo y el tema quedaría solventado. ¿A qué estamos jugando?, estamos hablando de nuestra tierra.

Es obvio que todo esto no es razonable, y así se lo hemos trasmitido a nuestro alcalde… porque ahora más que nunca las personas, Alcoy, necesita respuestas inmediatas y coherentes. Ya no solo por nuestros votantes, sino por la lucha de las garantías democráticas de todos los ciudadanos, algo que es nuestra responsabilidad y nuestra legítima vocación.

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